La bancarrota es un procedimiento legal que puede ser utilizado para reorganizar o deshacerse de las deudas, dependiendo de tu situación financiera particular. Por eso es normal preguntarse qué pasa si me declaro en bancarrota. Tendrás algunos beneficios pero también hay algunas consecuencias importantes de declararse en bancarrota.
«Me refiero a que la bancarrota puede llegar a ser como una especie de Armagedón en el crédito de alguien», afirma Freddie Huynh, vicepresidente de riesgo crediticio de Freedom Financial Asset Management.
Pero no todas son malas noticias, ya que el crédito puede ser eventualmente reconstruido si se toman los pasos correctos. A continuación, vamos a detallarte lo que sucede cuando te declaras en bancarrota y cuáles son las consecuencias. Pero primero empecemos por el comienzo.
Conceptos básicos sobre bancarrota
La bancarrota puede ser un proceso complejo, y la persona promedio probablemente no está preparada para pasar por ello sola. Trabajar con un abogado especializado en quiebras puede ayudar a garantizar que tu proceso se desarrolle con la mayor fluidez posible y que cumplas con todas las normas y reglamentos aplicables que rigen los procedimientos de quiebra.
Si decides seguir adelante con el procedimiento de quiebra, tendrás que decidir qué tipo vas a declarar: Capítulo 7 o Capítulo 13. Ambos tipos de quiebra pueden ayudarte a eliminar las deudas no garantizadas (como las tarjetas de crédito), detener una ejecución hipotecaria o una reposesión, y detener los embargos de salarios, los cortes de servicios públicos y las acciones de cobro de deudas.
¿Cuáles son los diferentes tipos de bancarrota?
Por si no lo sabías, hay varios tipos diferentes de bancarrota, así que como hemos mencionado anteriormente, si estás pensando en declararte en quiebra, consulta a un abogado o asesor crediticio calificado que pueda ayudarte a decidir cuál te conviene más. Estos son los dos tipos principales de bancarrota a los que pueden optar las personas, también conocidas como bancarrota personal.
Bancarrota del Capítulo 13
Una bancarrota del capítulo 13, también llamada “plan del asalariado”, permite a los individuos con ingresos regulares desarrollar un plan para pagar todas o parte de sus deudas. Bajo este capítulo, los deudores proponen un plan de pago para hacer pagos a los acreedores en un plazo de tres a cinco años. Si el ingreso mensual actual del deudor es menor que la media estatal aplicable, el plan será de tres años, a menos que el tribunal apruebe un período más largo. Si el ingreso mensual actual del deudor es mayor que la media estatal aplicable, el plan generalmente se establece por cinco años.
Bancarrota del capítulo 7
Parte de los bienes del deudor pueden estar sujetos a gravámenes e hipotecas que dan en prenda los bienes a otros acreedores. Además, el Código de Quiebras permite que el deudor conserve ciertos bienes «exentos», pero un síndico liquidará los bienes restantes del deudor. En consecuencia, los posibles deudores deben tener en cuenta que la presentación de una petición en virtud del capítulo 7 puede dar lugar a la pérdida de bienes.
Deudas que no pueden ser liquidadas
Aunque la bancarrota puede eliminar muchas deudas, no puedes hacer borrón y cuenta nueva si tienes ciertos tipos de deuda, lo que incluye:
- La mayoría de las deudas de préstamos estudiantiles (aunque algunos miembros del Congreso están trabajando para cambiar esto).
- Pensión alimenticia ordenada por una corte.
- Manutención de niños ordenada por una corte.
- Deuda reafirmada.
- Gravamen fiscal federal por impuestos adeudados al gobierno de los Estados Unidos.
- Multas o penalidades del gobierno.
- Multas y penalidades de la corte.
Consecuencias de declararse en bancarrota
Tal vez la consecuencia más conocida de una quiebra es la pérdida de bienes y propiedades. Como se ha señalado anteriormente, ambos tipos de procedimientos de quiebra pueden requerir que se renuncie a las posesiones para la venta con el fin de pagar a los acreedores. En ciertas circunstancias, la quiebra puede significar la pérdida de bienes inmuebles, vehículos, joyas, muebles antiguos y otros tipos de posesiones.
La bancarrota también puede afectar a otras personas desde el punto de vista financiero. Por ejemplo, si eras menor de edad cuando adquiriste una deuda y tus padres firmaron por ti, aún podrían ser responsables de al menos una parte de esa deuda si te declaras en bancarrota.
Dependiendo del tipo de bancarrota que presentes, la información negativa puede aparecer en tu informe de crédito hasta por una década, y sin dudas ésta es una de las consecuencias más negativas de declararse en bancarrota. Las cuentas dadas de baja tendrán tu estado actualizado para reflejar esto, y la información también aparecerá en tu informe de crédito.
¿Cómo aparece la bancarrota en tus informes de crédito?
La bancarrota es un tipo de registro público, así que puede aparecer en tus informes de crédito. Y mientras aparezca allí, afectará tu crédito.
Ahora bien, ambos tipos tienen el mismo impacto en tus puntuaciones, pero los prestamistas pueden concluir que prestarte dinero puede ser un riesgo mayor o no dependiendo del tipo de bancarrota que declaraste.
Por otro lado, este tipo de registro público puede reducir tus puntuaciones significativamente. Si tu crédito estaba sano antes de la quiebra, puedes verte más afectado que alguien que tenía un mal crédito. En última instancia, la forma en que una quiebra afecta el crédito puede variar, en parte debido a los diferentes factores que conforman el historial crédito de cada persona.
¿Cómo aparecen las cuentas en los informes de crédito?
Antes de declararte en bancarrota, es probable que tengas cuentas que te ha costado pagar: tarjetas de crédito, deudas médicas, entre otras.
A pesar de que estas cuentas por pagar son incluidas en una declaración de bancarrota, continuarán apareciendo en tus informes de crédito. De hecho, las cuentas pueden ser reportadas como «descargadas» o «incluidas en bancarrota» con un saldo cero. Ahora bien, si haces una solicitud por nuevo crédito, los prestamistas podrán ver estas notas cuando verifiquen tus informes, y en algunos casos rechazarán tu solicitud por ello.
Pero aquí están las buenas noticias que prometimos: las cuentas incluidas en una declaración de quiebra ya no serán reportadas como «impagas» o «vencidas», lo que sin duda será un gran alivio para ti.
Eventualmente, según afirma Huyn, tus puntajes comenzarán a recuperarse. Suponiendo, claro está, que utilices el crédito de manera responsable de allí en adelante.
Reconstrucción del crédito después de la bancarrota
Después de declararte en bancarrota, puedes trabajar para reconstruir tu crédito, pero no será de inmediato, así que te tomará algo de tiempo.
«Es un maratón, no una caminata», opina Huynh.
Empieza haciendo una lista de las deudas incluidas en tu bancarrota, y verifícalas en tus informes de crédito. Después de que se descarguen, puede tomar alrededor de dos meses para que las cuentas se actualicen en tus informes. Deben ser etiquetadas como «incluidas en la bancarrota», «descargadas» o algo similar.
Mientras tanto, considera la posibilidad de reconstruir tu crédito con una tarjeta de crédito asegurada. Sólo haz gastos que puedas pagar, y paga la deuda según lo acordado. Después de varios años de conducta crediticia responsable, tus calificaciones de crédito mejorarán.
«Si alguien camina por el camino recto después de la bancarrota», dice Huynh, «es posible que sus puntuaciones sean más altas ahora que antes».
Obtener una tarjeta de crédito o un préstamo después de una bancarrota
La información de la quiebra en tu informe de crédito puede dificultar la obtención de crédito adicional después de que la quiebra sea aprobada, al menos hasta que la información se elimine de tu informe de crédito. Los prestamistas serán cautelosos a la hora de darte crédito adicional, y pueden pedirte que aceptes una tasa de interés más alta o términos menos favorables para poder aprobar tu solicitud.
Por ello, es importante que comiences a reconstruir tu crédito de inmediato, asegurándote de pagar todas tus cuentas a tiempo. También deberás tener cuidado de no volver a caer en ningún hábito negativo que haya contribuido a tus problemas de deuda en primer lugar.
Obtención de una hipoteca después de una quiebra
Así como la bancarrota puede obstaculizar tu capacidad de obtener crédito, también puede dificultar la obtención de una hipoteca. Es posible que los prestamistas rechacen tu solicitud de hipoteca, y los que la acepten pueden ofrecerte una tasa de interés y cuotas mucho más altas. También es posible que te pidan un pago inicial mucho más alto o que asumas costos de cierre más altos.
En lugar de renunciar a tu casa e intentar obtener una nueva hipoteca después de la quiebra, puede ser mejor reafirmar tu hipoteca actual durante el procedimiento de quiebra. Al final, podrías conservar tu casa y continuar pagando tu hipoteca actual.
Alternativas a la bancarrota
Cuando estás luchando con una deuda inmanejable, la bancarrota es sólo una de muchas soluciones, así que tienes varias para considerar. La mayoría también afectará tu crédito, pero probablemente no tanto como una bancarrota; además, estas alternativas pueden permitirte conservar tus bienes, en lugar de tener que liquidarlos en un procedimiento de bancarrota. Algunas alternativas a la bancarrota que puedes considerar son:
- Buscar ayuda de un asesor crediticio o un plan de administración de deudas aprobado por el gobierno. Un asesor puede trabajar con tus acreedores para ayudar a organizar un plan de pago viable de acuerdo a tu situación específica.
- Solicitar un préstamo de consolidación de deuda. Estos tipos de préstamos pueden combinar múltiples deudas en un único préstamo. Por ello, investiga los préstamos de consolidación de deudas para ver si la consolidación puede reducir el monto total que pagas y hacer que tu deuda sea más manejable.
- Reúnete con tus acreedores y habla con ellos para ver si están dispuestos a aceptar un plan de pago más manejable. El incumplimiento de tu deuda tampoco es algo que tus acreedores quieren que suceda, por lo que pueden estar dispuestos a trabajar contigo para acordar un plan de pago más manejable.
Ten en cuenta que no cumplir con los términos de pago de la deuda que acordaste originalmente también puede afectar tu crédito. Dicho esto, la bancarrota seguirá teniendo un impacto negativo más significativo en tu crédito que la negociación de crédito, el asesoramiento de crédito, y la consolidación de la deuda.
En resumen
Para muchos, la bancarrota es un último recurso, por lo que si estás considerandola, debes conocer las implicaciones financieras y crediticias.
Tu crédito mostrará un registro público de la quiebra por hasta 10 años, y las cuentas descargadas obtendrán una marca negativa. Puedes disminuir las consecuencias negativas de declararse en bancarrota en tus informes de crédito si aprendes buenos hábitos financieros y te aseguras de que esto se refleje con exactitud en los informes.
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