El forbearance es un acuerdo a partir del cual el prestamista te permite pagar cuotas más bajas o, incluso, pausar los pagos de tu deuda temporalmente, lo que puede aliviarte si estás atravesando dificultades económicas.
No implica que te perdonen la deuda, sino que tendrás que pagarla más adelante, con intereses. El prestamista puede ofrecerte varias opciones:
- Una moratoria completa, es decir, no pagar nada por un tiempo determinado.
- Pagar sólo los intereses, pero no reducir el capital de la deuda.
- Aumentar el capital de la deuda, pagando sólo una parte de los intereses.
El aplazamiento se usa principalmente en las hipotecas o los préstamos estudiantiles, pero puede aplicarse a cualquier tipo de préstamo. El prestamista suele aceptar el forbearance porque, si el deudor entra en mora o en quiebra, le haría perder más dinero.
¿Cómo solicitar un forbearance?
Para solicitar un forbearance, debes contactar con tu prestamista o la entidad que te ha prestado el dinero y explicarles tu situación financiera. Debes demostrar que tienes dificultades para pagar tu deuda y exponer las causas justificadas.
El prestamista te ofrecerá las opciones de indulgencia financiera disponibles para tu tipo de préstamo y las condiciones que debes cumplir. Solicita que te envíen por escrito el acuerdo de forbearance y revísalo cuidadosamente antes de firmarlo.
Si el prestamista niega la solicitud de forbearance, puedes apelar formalmente la decisión dentro de los 14 días desde que recibes el aviso de denegación. Tu solicitud será revisada por un nuevo oficial de préstamos, no involucrado en la decisión inicial.
Si la negación se mantiene, puedes solicitar el forbearance nuevamente en caso de que tu situación financiera empeore. Contacta con una agencia de asesoramiento de vivienda aprobada por el Departamento de Vivienda y Desarrollo Urbano (HUD) en tu área si necesitas ayuda para tomar una decisión.
Opciones de aplazamiento de deuda y qué pasa al finalizar
Las opciones de forbearance que puede ofrecer tu prestamista dependen del tipo de préstamo que tengas y de la situación financiera en la que te encuentres. Te acercamos ejemplos de las opciones más comunes.
Forbearance con moratoria completa
Supongamos que tienes una hipoteca de $200,000 a 20 años, con una cuota mensual de $1,000 y un interés del 3%. Pierdes tu trabajo y no puedes pagar tu hipoteca. Contactas al banco y te conceden un forbearance con moratoria de 6 meses, sin penalizaciones.
Durante esos 6 meses, no tienes que pagar nada al banco, pero tu deuda sigue siendo la misma: $200,000. Después de ese periodo, tienes dos opciones:
- Reanudar el pago de tu hipoteca con la misma cuota mensual de $1,000, pero extendiendo el plazo del préstamo en 6 meses más: en vez de pagar tu hipoteca en 20 años, la pagarás en 20 años y medio.
- Continuar el pago de tu hipoteca con una cuota mensual más alta, pero manteniendo el mismo plazo del préstamo de 20 años: en vez de pagar $1,000 al mes, pagarás $1,050.
En ambos casos, el interés es el mismo: 3%. La diferencia es que en el primer caso pagas menos al mes, pero más tiempo; y en el segundo caso pagas más al mes, pero menos tiempo.
Pago de la totalidad de los intereses, sin reducir el capital de la deuda
Tienes un préstamo estudiantil de $10,000 a 10 años, con una cuota mensual de $100 y un interés del 5%. Te quedas sin trabajo y no puedes pagar tu préstamo, por lo que la entidad te concede un forbearance de 12 meses en el que pagas sólo los intereses, pero no reduces el capital de la deuda.
Durante esos 12 meses, pagas los intereses de tu préstamo, que son $41.67 al mes (5% de $10,000 dividido entre 12 meses) y tu deuda sigue siendo la misma: $10,000. Después de ese periodo, tienes dos opciones:
- Reanudar el pago de tu préstamo con la misma cuota mensual de $100, pero extendiendo el plazo del préstamo en 12 meses más. Es decir, en vez de pagar tu préstamo en 10 años, lo pagarás en 11.
- Retomar el pago de tu préstamo con una cuota mensual más alta, pero manteniendo el mismo plazo del préstamo de 10 años. Es decir, en vez de pagar $100 al mes, pagarás $108.33.
El interés sigue siendo el mismo: 5%. La diferencia es que en el primer caso pagas menos al mes, pero más tiempo; y en el segundo caso pagas más al mes, pero menos tiempo.
Pago de una parte de los intereses, aumentando el capital de la deuda
Eres usuario de una tarjeta de crédito con un saldo de $5,000, una tasa de interés del 20% anual y un pago mínimo mensual del 2% del saldo. Por problemas de salud, no puedes pagar y tu emisor te concede un forbearance por 6 meses en el que pagas una parte de los intereses, aumentando el capital de la deuda.
Durante esos 6 meses, sólo pagas el 10% de los intereses ($41.67 al mes). Pero tu deuda aumenta cada mes con el resto de los intereses que no pagas, que son $41.67 al mes. Después de ese periodo, tu saldo es de $5,250 ($5,000 más $41.67 por 6).
Después de ese periodo, tienes dos opciones:
- Continuar el pago de tu tarjeta con el mismo pago mínimo mensual del 2% del saldo, pero con un saldo más alto. En vez de pagar $100 al mes, pagarás $105.
- Retomar tus obligaciones con un pago mínimo mensual más alto, pero con el mismo saldo. Es decir, en vez de pagar el 2% del saldo, pagarás el 2,1%. Esto te permitirá pagar tu tarjeta en el mismo tiempo que antes del forbearance.
Extensión del plazo del préstamo, manteniendo la misma cuota mensual
Eres titular de un préstamo personal de $15,000 a 5 años, con una cuota mensual de $283.07 y un interés del 6%. Te divorcias y no puedes pagar tu préstamo, por lo que te conceden una extensión por 12 meses del plazo del préstamo manteniendo la misma cuota mensual.
Durante esos 12 meses, no pagas nada al banco, pero tu deuda sigue generando intereses: al final, es de $15,900. Cuando reanudas el pago de tu préstamo, sigues pagando $283.07, pero extendiendo el plazo de 5 años a 6 años y 4 meses.
Aunque el interés sigue siendo el mismo, 6% y pagas la misma cantidad al mes, la desventaja es que pagas más tiempo y más intereses.
Modificación del tipo de interés
Tienes un préstamo hipotecario de $300,000 a 30 años, con una cuota mensual de $1,610 y un interés fijo del 5%. Sufres una reducción de ingresos y tu prestamista ofrece un forbearance de 24 meses que modifica el tipo de interés.
Durante esos 24 meses, cambias el tipo de interés de tu hipoteca de fijo a variable, según el índice de referencia LIBOR. Si el LIBOR medio mensual es del 0,5%, implicaría que tu interés sea del 4,5% (5% menos 0,5%), por lo que tu cuota mensual bajaría a $1,520.
Después de esos 24 meses, tienes dos opciones:
- Volver al tipo de interés fijo del 5%, pero con una cuota mensual más alta. Es decir, en vez de pagar $1,520 al mes, pagarás $1,700.
- Mantener el tipo de interés variable según el LIBOR, pero con una cuota mensual que puede subir o bajar según el valor del índice.
En ambos casos, el plazo del préstamo sigue siendo el mismo: 30 años. La ventaja de cambiar el tipo de interés es que puedes pagar menos al mes si el LIBOR está bajo; pero la desventaja es que puedes pagar más al mes si el LIBOR está alto.
¿Cómo afecta el forbearance a mi crédito?
Solicitar un forbearance puede afectar tu puntaje de crédito de diferentes maneras, dependiendo del tipo de préstamo, el prestamista y el acuerdo al que se llegue. Hay dos aspectos a considerar.
El primero de ellos es cómo se reporta el forbearance a las agencias de crédito. Según la ley CARES, las cuentas de los afectados deben reportarse “al día”, siempre que estuvieran en ese estado antes de solicitar el forbearance. Así, no afectan el crédito.
Si la cuenta ya estaba atrasada antes de solicitar el forbearance, el prestamista puede seguir reportando la morosidad, lo que sí daña el puntaje de crédito. Además, se suele alertar sobre el forbearance con una nota especial en el informe de crédito.
El segundo aspecto es cómo se acumulan los intereses durante el forbearance, ya que no elimina la deuda ni los intereses que se generan sobre ella, lo que puede aumentar la cantidad total que se debe y elevar la tasa de utilización del crédito.
¿Puedo refinanciar mi hipoteca si solicité un forbearance?
Solicitar un forbearance no te impide refinanciar tu hipoteca, pero puede hacerlo más difícil o costoso. Algunos prestamistas pueden ofrecerte refinanciación mientras estás en forbearance, siempre y cuando cumplas con ciertos requisitos.
Si tienes una hipoteca respaldada por el gobierno federal (HUD/FHA, VA, USDA, Fannie Mae o Freddie Mac), puedes solicitar una refinanciación simplificada o sin verificación, que no requiere una tasación ni una verificación de ingresos o crédito.
Otros prestamistas pueden exigirte que salgas del forbearance y reanudes tus pagos regulares antes de considerar tu solicitud de refinanciación. Esto puede demorar el proceso y hacerte perder oportunidades relacionadas con las bajas tasas de interés.
¿Dónde solicitar asistencia?
En Estados Unidos, puedes solicitar asistencia gratuita o a bajo costo para que te ayuden a entender las condiciones de forbearance y tomar la mejor decisión contactando con un consejero aprobado por el HUD.
Estos profesionales pueden brindarte información, asesoramiento y apoyo. Para encontrar un consejero de vivienda cerca de ti, puedes usar la herramienta de búsqueda en línea del HUD o llamar al sistema de voz interactivo del HUD al 800-569-4287.
También puedes descargar la aplicación gratuita para iPhone o iPad para obtener información rápida y eficiente de los consejeros de vivienda aprobados por el HUD ordenados por ubicación e idioma.