“¿Cuán grave es el fraude con tarjeta de crédito?” Si te has hecho esta pregunta, debes saber que el fraude con tarjetas de crédito y débito es una forma de robo de identidad que se realiza para cargar compras o retirar fondos de la cuenta de la víctima.
El hurto de la tarjeta puede ocurrir físicamente, en Internet -cuando toman los datos de una página desprotegida- o por medio de un lector de tarjetas de crédito de tiendas (como un punto de venta). Existen leyes estatales y federales que castigan este tipo de delito.
Las sanciones dependerán de la gravedad del hecho, si roban la tarjeta, pero no la utilizan, podría tratarse como un crimen menor. Sin embargo, mientras más complejo sea el robo, mayores serán las probabilidades de incurrir en un delito grave.
Condenas por usar una tarjeta de crédito robada
A continuación, te mostraremos algunas de las condenas que podrían aplicar a las personas que han robado una tarjeta de crédito.
Crímenes de estado
Lo habitual es que los casos se resuelvan a nivel estatal y local, pero el proceso y la sentencia dependerán de la zona donde ocurra, prontuario delictivo del individuo, monto hurtado, si realmente tuvo intenciones de robo y si la víctima es una persona anciana.
La condena del hurto variará según el estatuto que aplique el estado, podría considerarse como un robo de identidad (información del número de cuenta), pero también se puede castigar directamente la acción de robar una tarjeta de crédito o débito.
Algunos estados tienen más leyes que otros para proteger a los ciudadanos contra este delito. Por ejemplo, California ha aprobado una gran cantidad de penalizaciones para prevenir tanto el fraude de identidad como el hurto de tarjetas.
Los organismos de la ley estudiarán el caso y dictarán sentencia siguiendo el Código Penal vigente, el cual puede castigar por: robo de tarjeta, falsificación de la información, uso fraudulento, falsificación de la tarjeta y publicación de información de tarjetas de crédito.
Delito federal
El delito de usar una tarjeta de crédito ajena se convierte en un crimen federal cuando afecta al comercio interestatal o extranjero. Cuando el ladrón realiza una compra en línea con la tarjeta de la víctima fuera de la jurisdicción del estado, puede incurrir en este delito.
Las sanciones federales son más precisas que las estatales (no se modifican según la ubicación del hecho). Por ello, utilizar una tarjeta de crédito o débito para cometer un fraude puede incluir 20 años de prisión, más multas y confiscación de bienes.
Además, el robo de una tarjeta de crédito también puede incurrir en otros delitos federales, como: fraude informático, postal, electrónico y fraude de instituciones financieras. La condena suele ser de 20 o 30 años de prisión.
Acciones que componen un fraude
El fraude se puede llevar a cabo de diversas maneras, todo dependerá de lo que el delincuente haga con la tarjeta de crédito o débito que ha robado.
- Cuando el ladrón posee, firma, vende, usa, compra o falsifica de manera fraudulenta la tarjeta o su información.
- También puede ocurrir que un individuo emplee su propia tarjeta sabiendo que está revocada, vencida o que no tiene suficiente dinero para pagar.
- Cuando el delincuente vende bienes o servicios sabiendo que la tarjeta de crédito o débito la obtuvo ilegalmente y la utiliza sin autorización.
Tipos de fraude con tarjeta de crédito
- Robo de identidad: se toman los datos de la identificación personal de la víctima para hacer todo tipo de delitos. El ladrón puede abrir nuevas cuentas, cambiar direcciones para hacerse cargo de una tarjeta, efectuar compras, etc.
- Filtración de datos: lo usual es que suceda cuando un ciberdelincuente piratea la información de los clientes de una empresa para exponer sus datos en Internet. Puede usar los números de las tarjetas de crédito para hacer compras en línea.
- Huellas de tarjetas de crédito: si el ladrón posee un skimmer electrónico, puede hacer una tarjeta falsa de las víctimas que hayan empleado su punto de venta.
- Tarjeta robada físicamente: ocurre cuando hurtan la tarjeta de una billetera, un bolso o de los buzones de correo. Lo común es que el perpetrador acumule cargos lo más rápido posible antes de que la víctima denuncie la tarjeta como perdida o robada.
Cómo protegerte del fraude con tarjetas de crédito
- Prácticas de seguridad: evita que la tarjeta que utilizas para pagar las cuentas más importantes esté en tu bolsillo, lo mejor es mantenerla segura en casa. Lo ideal es que la tarjeta menos valiosa esté designada a hacer las compras fuera del hogar.
- Congela el informe de crédito: si crees que eres vulnerable al robo de identidad, congelar el informe impedirá que el ladrón abra nuevas cuentas a tu nombre. Vigila las cuentas activas para evitar compras fraudulentas o reportarlas de inmediato.
- Contacta con las autoridades: si roban tu tarjeta o identidad, notifica al emisor de la tarjeta, a la policía y a los principales burós de crédito. Haz que el emisor cancele la tarjeta y te envíe una nueva.
- Aplicaciones: existen apps de pago para smartphones que protegen la información de tu tarjeta a través de la tokenización. Esto será de gran ayuda para añadir capas extra de seguridad a tus datos personales.
- Sentido común: No hagas transacciones con tu tarjeta de crédito por medio de un Wi-Fi público y genera un PIN de la tarjeta que sea complejo para que no lo descifren fácilmente.