Un estudio del portal especializado Bankrate reveló que el APR (Annual Percentage Rate o Tasa Efectiva Anual) de las tarjetas de crédito emitidas por las cadenas minoristas de Estados Unidos llegó a un porcentaje récord recientemente: de 28.93% en promedio.
Para contrastar esta cifra, Bankrate indicó que para el año 2022, este porcentaje llegó a ser de 26.72% en promedio. Para el año 2021, fue de 24.35%.
Asimismo, este tipo de tarjetas de crédito tienen, en promedio, un APR mucho más elevado que el de las tarjetas de crédito regular.
De hecho, existen algunas tarjetas de crédito de tiendas específicas (es decir, las tarjetas de crédito que solo pueden ser usadas en una tienda en particular) cuyo APR ya ha sobrepasado el 32%.
¿Qué es el APR y por qué está tan elevado?
El APR es una tarifa que indica, básicamente, el costo al año de productos financieros, como préstamos o tarjetas de crédito.
Por lo general, en épocas como la temporada festiva de Estados Unidos (en la que se estimula el consumo más que en cualquier otro momento del año), muchas tiendas ofrecen promociones y ofertas aunadas a las tarjetas de crédito.
Pero son precisamente estas tarjetas de crédito las que han llegado a niveles récord de APR.
Según Bankrate, el promedio de APR de las tarjetas de crédito comunes es de 21.19%. Esto parece demostrar que usar tarjetas de crédito emitidas por las tiendas de Estados Unidos puede resultarte mucho más costoso de lo que parece a simple vista.
Y la razón de esto parece ser el incremento de las tasas de interés por parte de la Reserva Federal (FED).
“Solíamos ver el 30% como el límite alto para el APR de las tarjetas de crédito. De hecho, el 29.99% era una barrera artificial que muchos se negaban a cruzar, por razones psicológicas, más que nada. Pero el mercado ha destruido esa barrera debido a la agresiva política monetaria de la FED en el último año y medio”, dijo Ted Rossman, analista industrial senior de Bankrate.
La FED ha incrementado las tasas de interés (que estaban en casi 0%) a un rango entre 5.25% y 5.45%, lo que ha encarecido los financiamientos de Estados Unidos.